Las
libélulas u Odonatos son insectos esencialmente veraniegos. Son unos
animales fascinantes, con unas características biológicas que nos
facilitan su observación. Los adultos de las libélulas están entre los
insectos más grandes y espectaculares: sus extraordinarios coloridos,
sus fenomenales acrobacias en el vuelo y sus peculiares características
biológicas hacen de ellas unos seres fascinantes. Esos colores en sus
abdómenes son claves para la diferenciación de las especies siendo
relativamente fáciles de reconocer con un poco de práctica.
Se
han identificado en el mundo unas 5.700 especies, viviendo la mayoría
de ellas en los trópicos. En Europa habitan unas 120 especies y 77 de
ellas en la Península Ibérica.
Las
libélulas se localizan mejor en puntos de agua dulce (en movimiento o
estancada) y cuando hace calor. La salinidad es incompatible con la vida
de las libélulas en su fase larvaria, pero condiciones de baja
salinidad son toleradas por ciertas especies. Sin embargo, muchas
libélulas pueden encontrarse lejos del agua: prados, claros de bosque,
bordes boscosos, caminos, etc. Especies asustadizas como varias de la
familia Gomphidae, son más fáciles de localizar en estos lugares.
Características principales.
1.- Las libélulas tienen vida anfibia.
Sus
larvas viven en el agua y los adultos en tierra. La larva muda, es
decir, cambia su “camisa” exterior por otra más grande, entre 7 y 17
veces para poder crecer. Cuando termina su desarrollo como larva (entre
unos meses y tres años) abandona el medio acuático y sale de su última
muda (llamada exuvia), estira sus alas bombeando hemolinfa a través de
su intrincada red de venas alares, y vuela. Este hecho se conoce como
emergencia. Es extraordinario que un animal que hasta ese momento ha
vivido en el agua, respirando en ella y cazando animales acuáticos pase,
en el transcurso de unas decenas de minutos, a respirar en el aire (una
semana o varios días antes ha dejado de comer y se dedica a pasar
largos periodos fuera del agua y respirando aire por los estigmas
torácicos y abdominales), cazar presas que no ha visto nunca y volar con
una destreza que no es comparable con ninguna otra especie animal.
2.- Las libélulas son depredadoras.
Todas
las especies cazan tanto en fase larvaria como adulta. Los adultos se
alimentan de insectos y las larvas lo hacen en sus primeras fases sobre
protozoos, y posteriormente depredan larvas de otros insectos,
crustáceos, moluscos etc. aunque también pueden abastecerse de pequeños
peces, renacuajos y ranas adultas u otros anfibios. Asimismo, ellas son
devoradas por otros insectos (mantis), arañas y pájaros y por otras
libélulas.
3.- Tienen un único modo de reproducción con inseminación indirecta y fertilización aplazada.
El
esperma es transferido por el macho desde su ápice abdominal donde es
producido (genitalia primaria) a su segunda genitalia (genitalia
secundaria), que se encuentra en la base del abdomen desde donde es
trasvasado a la hembra durante la cópula; los huevos son colocados ya
fertilizados por la hembra en el agua. El esperma de otros posibles
machos con los que la hembra hubiera realizado una cópula anterior, es
retirado por el macho con una especie de paleta o espátula que posee en
su genitalia secundaria, asegurándose de ese modo que los huevos
fertilizados durante su cópula serán inseminados únicamente con su
esperma.Época de vuelo
El
ciclo de la vida de las libélulas y el periodo de vuelo de los adultos
vienen determinados por el desarrollo de sus larvas. Los adultos sólo
pueden emerger cuando se ha completado su desarrollo larvario. Ese
crecimiento viene dado por la temperatura del agua y la disponibilidad
de alimento. Como resultado de estas variaciones se producen diferencias
regionales de los periodos de vuelo.
La variabilidad en el tiempo del vuelo de una misma especie, lo podemos ver en Anax imperator,
que puede completar su ciclo vital en un año (univoltina) y comportarse
como “especie estival”, o en 2 años (semivoltina) y ser una “especie
primaveral”. Algunas veces ambos tipos habitan en las mismas aguas. Así,
Sympecma fusca tiene un comportamiento inusual porque hiberna
en estado adulto: los imagos hibernantes mueren después de haber puesto
los huevos en primavera y la siguiente generación emerge al final del
verano o comienzos del otoño, viviendo durante todo el invierno en
oquedades, cuevas o ¡entre la nieve! En regiones áridas del norte de
África, los hábitats de puesta pueden llegar a secarse en verano; allí
los adultos se ven sólo en primavera cuando emergen, pasando el estío en
otro lugar (por ejemplo en las regiones forestales de montaña) y
vuelven en otoño cuando llega la temporada de lluvia al lugar donde
emergieron. Esto se denomina estivación y es lo contrario de hibernación
que es la adaptación necesaria que se produce cuando las condiciones
resultan desfavorables en temporada seca, ya que los imagos deben
sobrevivir desde la emergencia hasta la puesta; es característica, por
ejemplo, del sur peninsular, donde siguen esa pauta Aeshna mixta y Sympetrum striolatum además de una gran parte de la población de Lestes viridis,
unos por estar asociados a lagunas fluviales que se secan en verano y
el otro por desarrollarse en arroyos que desaparecen igualmente. Sympetrum fonscolombii sigue
la estrategia de migrar y, así, podemos verlas cuando va a terminar el
invierno o recién estrenada la primavera pasando el Estrecho de
Gibraltar en dirección a Europa agarradas en las maromas de los barcos,
por ejemplo.